¿Porque todas mis relaciones terminan mal?

Eran las 8:45 de la noche cuando Elisa llegó al apartamento de su amiga. Se sentía destrozada luego de que Pedro hubiera decidido terminar la relación de casi dos años. Horas antes le había comunicado que a pesar del sentimiento que sentía hacia ella, no podía continuar la relación debido a las diferencias que constantemente tenían y que a pesar de los múltiples intentos de trabajarlas no lograban resolverlas. Para él ya sus conflictos con ella se habían vuelto rutina. Se sentía juzgado, desvalorado y presionado. Para Elisa, ya esta era la tercera relación que perdía por lo que terminaba preguntándose: “

¿Qué hacer cuando se termina una relación?

                Terminar una relación y no darse la oportunidad de reflexionar sobre lo ocurrido es asegurarse volver a caer en la misma experiencia difícil una vez se inicie una nueva relación. Por lo tanto, es importante ver cada relación como una experiencia de vida en la que se logra tanto conocerse más a sí mismo como también identificar la lección o lecciones que se necesitan aprender para así poder aplicar lo aprendido en la próxima relación. De lo contrario, cada error cometido se volverá a cometer y cada relación iniciada se volverá a perder.

Preguntas que son necesarias hacerse

                Una vez se termine una relación, tomarse tiempo para considerar lo ocurrido es un camino necesario a recorrer. Si se quiere obtener respuestas a las interrogantes sobre la propia persona, es necesario el auto-análisis, la reflexión y honestidad. Tales respuestas revelaran el interior de cada cual, los miedos, los temores, y las inseguridades.

Ahora bien, ¿qué preguntas son entonces las que hay que hacerse? Entre muchas de las preguntas que se podrían hacer, una de las más significativas puede ser aquella que explore los errores que se cometieron en la relación y que abonaron a la ruptura de la misma. ¿Cuáles son esos posibles errores? Veamos algunos de ellos.  

Errores más comunes en las relaciones de pareja

  • Huir muy rápido: terminar la relación sin antes darse la oportunidad de dialogar y considerar la posibilidad de buscar maneras alternas de resolver las diferencias. Hacerse esto no da el margen necesario para poder considerar el potencial que pueda tener la relación.
  • Egoísmo: considerar solamente lo que se quiere y se necesita y obviar o ignorar lo que la otra persona quiere y necesita. Es querer complacerse a sí mismo y no actuar para complacer al otro.
  • Asumir: pretender que la percepción y/o interpretación propia es la correcta y/o que no es necesario decir algo que se considera lógico u obvio. 
  • Esperar que el otro cambie primero: es entender que el otro debe cambiar primero para uno poder actuar a favor de la relación. Hacerse esto es no darse la oportunidad de influenciar el cambio del otro a través del cambio de la propia persona por esperar a que el otro cambie primero.
  • Ser juez: asumir el rol de juez al juzgar las acciones del otro. Lo contrario a ser juez sería desarrollar la curiosidad para entender la experiencia del otro por medio del diálogo, la comprensión y la empatía.    
  • Reclamar y presionar: es exigir, reprochar, y/o demandarle al otro. Estas acciones provocan defensa, y un sentimiento de presión en la otra persona.   
  • Dar por ganado al otro: es no esforzarse por agradar al otro. En otras palabras, es no actuar proactivamente para afirmar de forma frecuente el amor a la otra persona.
  • Ahogar: es no brindar espacio personal a la otra persona.  
  • Controlar: querer que las cosas se hagan a su modo e inclusive, que la otra persona actúe también a la manera del otro.
  • Ser reactivo: es no pensar antes de actuar o hablar.
  • Desesperarse: no lograr manejar la ansiedad o la incertidumbre que le provocan ciertas situaciones. Situaciones que, por demás, requieren de tiempo para que puedan solucionarse.     
  • No consultar: decidir y actuar sin comunicarle al otro.  
  • Justificarse: dar excusas, lo cual lleva a no reconocer los errores ni asumir responsabilidad por los mismos.  
  • No validar: no afirmar con palabras y hechos el valor e importancia que tiene para el otro la emoción que experimenta en cierto momento.
  • No valorar: no afirmar con hechos y palabras las acciones positivas del otrohacia la relación y/o familia.
  • No sanar ofensas pasadas de antiguas parejas: no procesar las heridas pasadas y terminar proyectando las mismas en la pareja actual. Ejemplo: acciones basadas en el miedo a que la pareja actual sea infiel como lo hizo la pareja pasada.
  • Idealizar al otro: no ver al otro en su complejidad como ser humano incluyendo tanto sus fortalezas como sus debilidades.  
  • Expectativas irreales: esperar algo del otro que sobrepase su capacidad actual.
  • Que el mundo gire en torno a ese otro ser: en vez de tener su propia vida para compartirla con la pareja; su vida es la vida de la pareja.  

Relación: terreno fértil para crecer

Las relaciones de pareja son el terreno fértil perfecto para que un ser humano desarrolle todo su potencial como individuo.  En ellas, las dos personas logran alimentarse así mismas de lo que cada uno tiene para darle al otro. Son, literalmente, espejos el uno del otro en donde cada cual puede ver sus fortalezas y debilidades.

Aprovechar esa interacción relacional para poder identificar las áreas a trabajar y poder mejorar en el ámbito social es la máxima meta en cualquier relación humana, en especial, en las relaciones de parejas debido a la intensidad y profundidad de las emociones que se generan en las mismas. Así que, veamos cada relación de pareja como una oportunidad de crecimiento.

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com

Nueve acciones a realizar en la relación de pareja

   Cuando Tobías conoció a Amelia, su agenda estaba bastante ocupada. Era estudiante de derecho, más trabajaba a tiempo parcial y practicaba uno de sus hobbies favoritos de forma frecuente. Por otro lado, Amelia, compartía una agenda similar con la añadidura de su participación activa en su comunidad religiosa. Sin embargo, el interés de ambos por trabajar la relación era tal que lograban organizar su agenda de manera que lograban crear tiempo para trabajar aspectos esenciales e importantes en lo que era la construcción de su relación. Ambos sabían que, de no hacerlo, no lograrían conocerse para poder establecer un compromiso en el futuro. 

                Al presente, llevan cinco años de casados. Sus agendas están más cargadas que hace seis años. Sin embargo, la práctica que tuvieron en su noviazgo les permitió prepararse para lo que sería la vida matrimonial. Día a día buscan activamente crear el tiempo para aquello que sostendrá la relación y que es importante para la misma. Ahora bien, ¿cómo se logra la creación del tiempo? La misma se logra a través de una buena administración del mismo.   

Administración del tiempo        

                La administración del tiempo en la relación de pareja es clave para que ésta se sostenga. Administrar implica lograr utilizar el tiempo que se tiene de forma sabia, organizada y eficiente. Inclusive, en muchas ocasiones administrar implica también crear tiempo donde no existe. Tanto la utilización como la creación del tiempo requiere el establecimiento de prioridades, reprogramación de compromisos, y flexibilidad ante los imprevistos y demandas del día a día.

¿Tiempo para que…?

                Identificar aquello a lo que hay que dedicar y crear tiempo es esencial para poder administrar sabiamente el tiempo. Las mismas pueden ser varias, mas intentaré identificar aquí las que considero más fundamentales. Estas serían: esperar, actuar, estar solos, recesar/descansar, enamorar, pensar en el otro, compartir y escuchar. Veámoslas en detalle.

  • Esperar: ¿Esperar qué? Por ejemplo, en ocasiones, se requiere tiempo para esperar que la otra persona logre procesar lo que se le comunicó; calmar sus emociones; y/o tomar decisiones. Apurar al otro o presionarlo es contraproducente para la misma relación, y a su vez, es una manera de no respetar su necesidad de tomarse su tiempo.
  • Actuar: hay ocasiones en que la misma ansiedad o los miedos obstaculizan la toma de acciones a favor de asuntos que impactarían positivamente la relación como pudiera ser resolver problemas financieros, de salud, del hogar, de la misma relación de pareja o de las relaciones con los hijos u familiares. La falta de acción en asuntos similares podría provocar frustración, decepción, ansiedad o cansancio en el otro. Por tal motivo, es esencial manejar las emociones que obstaculizan la toma de acción, para eventualmente poder actuar cuando se requiera.  
  • Estar solos: ciertamente el ser humano es gregario y relacional, mas esto no implica que no necesite de tiempo a solas para disfrutar de aquellas tareas y/o actividades que le guste hacer consigo mismo. Más allá de eso, estar solo permite pensar en si mismo, en sus necesidades, deseos, conductas hacia los demás, motivaciones e intenciones. Sin duda alguna, la reflexión interna es lo que permite determinar cómo estamos conduciendo nuestras vidas y si lo que hacemos nos dirige hacia el bienestar de la relación.
  • Recesar/descansar: entender que no somos maquinas es indispensable para crear tiempo para el descanso y la relajación. Buscar activamente la manera de crear ese tiempo es una manera de amarnos a nosotros mismos al reconocer nuestra vulnerabilidad como seres humanos y validar nuestras emociones de cansancio y estrés entre otras. Ignorar esas señales que nos da el cuerpo es no amarnos.
  • Enamorar: enamorar a la pareja debe ser una meta que nunca se expire. Constantemente es indispensable mantener viva esa llama del romance y la conquista. De tal forma se estaría valorando y apreciando al otro al no darlo por ganado.
  • Pensar en el otro: Si difícil es sacar tiempo para pensar en uno, más difícil puede llegar a ser sacar tiempo para pensar en las necesidades del otro y de sus emociones. Si este ejercicio no se realiza de forma consciente, se está obstaculizando el proceso de lograr ser empático y comprender al otro, y aún más, el poder llegar a acuerdos con éste durante la resolución de conflictos. Tal práctica permite que los acercamientos hacia el otro no sean egoístas sino más bien bondadosos.  
  • Compartir tiempo en pareja: sacar tiempo para compartir actividades entretenidas para ambos debe ser una prioridad en cualquier pareja. De lo contrario, la misma se puede convertir en una de deberes y trabajo y no de disfrute.
  • Escuchar: sacar tiempo para escuchar lo que el otro tenga que decir es un acto de consideración y bondad. No escucharlo es desvalidar las emociones que pueda estar experimentando e imposibilitando el que pueda satisfacer su necesidad de comunicarse y conectarse con el otro por medio de la comunicación.

Creando tiempo para lo importante

La vida no puede pasar en automático. Son las personas las que deciden que hacer y qué no hacer con su tiempo. Las excusas, justificaciones, y quejas cumplen su función de mantener al ser humano en su zona de comodidad. Son los factores perfectos para que vivamos vidas en rutinarias, y poco satisfactorias. Crear tiempo para lo importante es lo que permitirá que verdaderamente se pueda experimentar una vida con la que se experimente satisfacción y alegría. Así que, ¿estás sacando tiempo para lo importante?

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com

No le huyas a los procesos en las relaciones de pareja. ¡Abrázalos!

Tomar clases de pintura al óleo ha sido una experiencia fuera de lo común. Increíblemente, me ha enseñado mucho sobre la vida, específicamente sobre los procesos. Y es que, pintar al óleo requiere de varios pasos para que al final se pueda apreciar la obra terminada. Sin duda alguna, comprender todo lo que tuvo que hacer el artista antes de que se pudiera contemplar la obra permite valorar y apreciar aún más la creación del pintor.

El proceso de crear requiere de tiempo y paciencia. A su vez, con la contemplación, acción en donde se logra ver aquello que a simple vista no se ve, se logra resolver todos los distintos problemas de la pintura, problemas tales como la composición, el color, y el valor entre otros.

Así que, a medida que se va resolviendo cada problema, se va avanzando en el proceso de la creación de la obra. Con cada solución, se va comenzando a apreciar la intención del cuadro y se va visualizando el resultado final.  

Algo interesante durante el proceso es que en ciertas etapas del proceso se requiere deconstruir lo construido, ósea lo pintado hasta esa etapa, con el fin de volver a construir sobre lo deconstruido, para luego volver a deconstruirlo nuevamente, y finalmente volver a construir hasta ver la intención de la pintura.    

¿Qué son los procesos?

                Los procesos pueden iniciar en diferentes momentos de la vida. Unos son más llevaderos que otros, e inclusive pueden ser de corta o larga duración pero, sin lugar a duda, todos retarán las capacidades del individuo e impactarán su estado anímico.

Por lo general, se componen de etapas o pasos que requieren que sean experimentados y atravesados por la persona. A su vez, cada etapa, requiere de la realización de acciones que al ser ejecutadas, permiten que se domine ciertas destrezas y/o habilidades o se genere cierto aprendizaje que capacitará a la persona que pasa por el proceso para que pueda obtener y disfrutar a plenitud la finalidad o resultado deseado.

 Existen una variedad de éstos. Por ejemplo: comprar una casa; mudarse de país; ser admitido a una universidad; y muchos otros más. Todos requieren de acciones escalonadas que lleven al fin esperado. Dentro de éstos, están aquellos presentes en lo que son las relaciones de pareja.   

Los procesos en las relaciones de pareja 

                Los procesos en las relaciones de pareja, por la naturaleza misma de la relación, tienden a ser bastantes retantes debido a que el resultado deseado no depende 100 por ciento de una sola persona. De modo que, el hecho de que sea un proceso que involucra a dos implica la posibilidad de no recibir el resultado deseado a pesar del esfuerzo que haga una de las dos personas en la pareja.  

                Ejemplos de procesos en las relaciones de pareja pueden ser: la recuperación luego de una infidelidad; el recuperar la confianza del otro; el volver a conectarse emocionalmente con el otro; el lograr adaptarse y manejar crisis que experimente uno de los dos o ambos; la etapa de crianza; el nido vacío entre muchos otros más.  

La similitud entre la pintura al óleo y las relaciones de pareja

                La contemplación, presente en la creación de la obra, es de igual forma esencial en los procesos presentes en la relación de pareja. Así que, si ambos procesos pueden llegar a ser similares, la pregunta a hacer sería: ¿qué tenemos que contemplar en los procesos de pareja? Pues bien, necesitamos contemplarnos a nosotros mismos. Observar nuestras acciones, emociones, pensamientos, objetivos, intenciones, expectativas y prioridades, lo cual permitirá la auto-evaluación de la persona y el desarrollo de la conciencia de cómo se está impactando la relación de pareja con las acciones propias.

                La información obtenida en ese proceso de auto-contemplación, al igual que en la pintura al óleo, asistirá a su vez en la resolución de los problemas que enfrenta la relación. Tales problemas están directamente relacionados a los mismos miembros de la relación. ¿Cuáles podrían ser esos problemas? Bueno, falta de madurez; pobre conciencia del impacto de su conducta en el otro; pobre manejo de emociones; resentimiento; conflictos sin resolver del pasado; desconfianza; falta de empatía; pobres destrezas de comunicación y resolución de conflictos; y/o traumas del pasado entre muchos otros más.

                Por último, las acciones de construir para luego deconstruir que se dan en el proceso de la pintura al óleo serían el equivalente a los conflictos que van surgiendo en la relación y que se van resolviendo poco a poco. Cada conflicto que se enfrenta puede sacar a relucir emociones difíciles de manejar, lo cual podría ser equivalente a esos procesos de deconstrucción que se dan en la pintura. No obstante, resolver el conflicto sería a su vez el equivalente de volver a construir utilizando la analogía de la pintura. De modo que, a medida que se resuelven los conflictos en la relación, se va fortaleciendo la misma, al igual que en la pintura en donde con cada acción de construcción/deconstrucción se va revelando la intención de la pintura.  

Procesos que valen la pena atravesar

                Abrazar los procesos en las relaciones de pareja requiere de paciencia, tolerancia, persistencia, disciplina, consistencia, humildad, honestidad y determinación. Sobre todo, el objetivo debe estar puesto en el crecimiento personal de forma tal que se pueda manejar la frustración que se podría experimentar cuando la pareja no reacciona como la persona quisiera que reaccionara.

Ver el proceso como la oportunidad de obtener el crecimiento personal necesario para poder construir y mantener una relación de pareja será la recompensa primaria independientemente que la relación se mantenga o se disuelva. Si se mantiene, sería esa la recompensa secundaria. Verlo desde esa perspectiva promueve que cada persona se mantenga motivada en el proceso.  

Y sí, sin lugar a duda, vale la pena atravesar los procesos en las relaciones de pareja porque de la misma forma en la que en la pintura al óleo se logra apreciar aún más el esfuerzo realizado por el pintor en la obra terminada luego de conocer el proceso por el cual atravesó la pintura, pasar por estos procesos en las relaciones de pareja permite que se valore, aprecie y proteja la relación como una de las cosas más apreciadas en la vida. Solo valorándola, apreciándola y protegiéndola se podrá mantener viva la relación de pareja. 

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com

Aburrimiento: Prohibido en nuestra relación

Muchos de ustedes se acordarán de ese anuncio de televisión donde los miembros de la familia cantaban a coro: “lo miiismo, lo miiiismo”. Era evidente que para esa familia era casi una tortura tener que comer todos los días el mismo menú. No hay duda de que lo mismo cansa y aburre.

A su vez, el aburrimiento es opuesto a la diversión, la cual se define como una necesidad emocional que necesita ser satisfecha.  Necesitamos y queremos tener momentos felices, conversaciones amenas e interesantes; necesitamos reír tanto como necesitamos tomar agua y comer.

Pero, más allá de eso, la falta de diversión y variedad en algún aspecto de la vida provoca desmotivación, ya sea en el trabajo, la universidad o en las relaciones sociales y familiares. Tal desmotivación afectará el empeño y energía que se invierta en esa área de nuestras vidas y por consiguiente el producto final. 

Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con las relaciones de pareja? Sencillo. Dos grandes enemigos del matrimonio y de cualquier relación de pareja son la monotonía y la rutina. Sabemos muy bien que estos dos personajes producen estragos significativos en la vida de cada uno de los miembros de la relación.  

Monotonía y rutina en la relación de pareja

Al principio de la mayoría de las relaciones, éstos dos personajes están prácticamente comiendo banco como dirían los peloteros. Por otro lado, la novedad, las emociones que se generan tras la conquista, las salidas frecuentes, y el romanticismo, entre otros factores, asumen un rol protagónico durante esos primeros meses y hasta años de relación. Luego comienzan a aparecer en escena esos otros dos personajes: la monotonía y la rutina.

Éstos entran sigilosamente hasta que se van posicionando en la relación. Terminan encubriéndose con los estresores del día a día hasta que se apoderan de todo el libreto de aquella historia de amor que una vez fue emocionante y divertida.  En este punto, la relación ya deja de ser algo que genere disfrute, alegría, motivación y/o entusiasmo. Lo peor del caso, es que terminamos desmotivados en la relación y alejándonos cada vez más emocionalmente del otro.    

La realidad es que no tiene por qué ser así. El estar consciente de estos procesos sería el primer paso para combatir la monotonía y rutina en la relación de pareja. Una vez tenemos tal conciencia, el próximo paso sería tener la voluntad de actuar en contra de estos dos personajes. Lo próximo sería actuar.      

¿Qué podemos hacer para combatir la monotonía y rutina en la relación de pareja?

A continuación, algunas sugerencias:

  • Trabajar hacia el desarrollo personal a través del aprendizaje de una destreza nueva, un idioma, un deporte, disciplina, un instrumento, entre otras, permite que la pareja siga siendo algo novedoso para el otro a medida que va añadiendo aspectos nuevos a su vida haciéndose de ese modo menos predecible y más interesante. 
  • Tener proyectos individuales tales como trabajar el jardín, realizar un huerto casero, asistir como voluntario en alguna organización, y/o crear algún tipo de taller en el hogar como lo puede ser un taller de costura, cerámica, pintura, entre otros promueve que el otro se integre ya sea colaborando, asistiendo en la mano de obra, o apoyando de diferentes formas ese proyecto individual del otro. 
  • Leer de un tema que le pueda interesar a ambos de modo que puedan compartir de lo aprendido durante la cena o su tiempo como pareja.  
  • Interesarse en los intereses del otro buscando aprender, ya sea utilizando como herramienta de aprendizaje videos, libros, o audio, ayudaría a que el otro pueda compartir más de sus experiencias con su pareja al percatarse del interés del otro por lo suyo. 
  • Proponerse conocer lugares nuevos para luego invitar a la pareja a conocerlos y sorprenderlo.
  • Invitar a amistades en común a la casa o en algún otro lugar para compartir.
  • Tener iniciativa y sorprender al otro con aquello que sabe que le agrada.   
  • Buscar cantantes diferentes del género de música que le gusta al otro y así tener un tema de conversación.
  • Utilizar la tecnología como vehículo creativo para comunicar, por ejemplo, la lista del supermercado.
  • Desayunar o cenar en el balcón o en el patio.
  • Aprender a compartir los pensamientos y emociones respecto a diferentes áreas de sus vidas, promoviendo de este modo la intimidad emocional, la cual se logra al dejar que el otro tenga acceso a nuestro interior.    
  • Hacer actividades como pareja al aire libre en donde ambos puedan aprender cosas nuevas y/o divertidas.  
  • Tener proyectos juntos como tarea como puede ser viajes o aprender a tomar clases de baile.
  • En cuanto a la imagen, es importante traer variedad a los ojos de la pareja. Por ejemplo, las mujeres podrían hacerse peinados distintos como trensas, y los hombres dejarse la barba. En ambos, podrían utilizar colores de ropa diferentes; utilizar estilos de ropa variados, y/o de espejuelos podría también traer variedad a la relación.

Nuestra relación: Una gama de colores

Son innumerables las estrategias que se pueden hacer para prevenir la monotonía y la rutina en la relación. Más aun, la variedad en nuestras vidas no requiere siempre de una gran inversión de dinero. Muchas de las cosas mencionadas arriba requieren de poca o hasta ninguna aportación económica. De modo que, está de nosotros tener de forma consciente el querer provocar estos cambios tanto en nuestra persona como en nuestras acciones con el fin de combatir la monotonía y rutina en la relación.  

En conclusión, la vida no tiene por qué ser blanca y negra. Hay tantos colores y tonalidades que si nos encapsulamos en solo algunos, nos limitamos y nos hacemos aburrido para el otro.  En la variedad y la creatividad están los componentes que pueden mantener la diversión y el disfrute en la relación de pareja.    

Apoyando a la pareja en tiempos difíciles

                Esteban y Graciela llevaban siete años de casados. Eran una pareja divertida, y espontánea con varios proyectos para su futuro. Todo parecía andar de maravilla hasta que una tarde Gisela recibió la llamada de Esteban. Sus palabras apenas se entendían. Las lágrimas no lo dejaban expresarse con claridad. Gisela se alarmó por la llamada y trató de calmarlo. Sin más demora, Esteban le comunicó que le habían diagnosticado cáncer. Aquella tarde el corazón de ambos se llenó de miedo e incertidumbre.

¿Qué hacer cuando llegan los momentos difíciles?

                Los tiempos difíciles son como la estación del invierno. Llegan y dejan un escenario sin color y sobrio. Inclusive, terminan amenazando los proyectos, aspiraciones, e ilusiones vislumbradas para el futuro. Las enfermedades, el desempleo, el fallecimiento de personas amadas, entre muchas otras situaciones complejas de vida logran desestabilizar y producir incertidumbre, miedo y ansiedad.

Ante ese escenario, o se sucumbe ante la adversidad o se enfrenta la misma con valentía. De decidir enfrentarla, es crucial y esencial que la pareja ejerza un rol de apoyo y fortaleza que le permita estabilizar en la persona afectada su “suelo” conmovido por la dificultad.

¿Qué componentes son necesarios para apoyar a la pareja?

                Para apoyar a la pareja afectada por la dificultad es importante: comprender, empatizar, brindar la presencia, estar disponible, afirmar con palabras, instaurar esperanza y manejar las emociones propias. Veamos cada una en detalle: 

  • Comprender

Lo primordial para lograrapoyar y sostener a la pareja, es lograr entender su experiencia emocional. Asumir no va a ayudar, por tal razón, el promover que la otra persona exprese su sentir y pensamientos es la clave para lograr que el otro se sienta comprendido.

A su vez, lograr que el otro comparta su experiencia requiere que se promueva un ambiente de comodidad. Acciones tales como mostrar interés en conocer lo que el otro tiene que decir; escuchar activamente; y brindar completa atención ayudarán en esa creación de un ambiente cómodo.

  • Empatía

                Una vez se comprende la experiencia, lo próximo seria lograr desarrollar empatía hacia el otro. La empatía es la habilidad de poder sentir las emociones que el otro está sintiendo. Es tratar de ponerse en la piel del otro, buscando entender la experiencia emocional de la pareja.   

De modo que, validar las emociones que pueda estar sintiendo ya sea miedo, preocupación, ansiedad, y/o incertidumbre, todas esperadas en medio de un proceso de crisis, es otra manera de dejarle saber al otro que comprenden el dolor por el que está atravesando. Al validar, comunicamos que lo que siente es real y que son emociones que forman parte del proceso que atraviesa.    

  • Presencia

                En ocasiones, la persona afectada necesita la presencia de la pareja para sentirse apoyado. Sacar tiempo para estar en momentos difíciles como puede ser el acompañarlo a la funeraria a realizar los papeles del funeral o acompañarlo a las citas médicas es una manera de hacerlo sentir apoyado.    

  • Disponibilidad

La persona afectada se siente vulnerable y necesita sentir protección, seguridad e incondicionalidad. Estar presente cuando se amerite y estar dispuesto a servir en lo que se requiera forma parte de ese estar disponible. A su vez, en momentos en donde las agendas de ambos no coincidan, tener la disposición de cambiar prioridades a favor del bienestar del otro es un acto de amor y compromiso que lo hará sentir amado y atendido.  

  • Palabras de afirmación

                Durante el proceso, es importante afirmarle con palabras el compromiso que se tiene para con la relación y la determinación de acompañarlo en medio de su proceso. De igual forma, afirmarle su amor permite brindar la seguridad emocional y motivación necesaria para que la persona continúe esforzándose a favor de su bienestar. 

  • Instaurarle esperanza

                En momentos difíciles es esencial ser un agente de esperanza. La esperanza se puede proveer al fortalecer la fe de la persona e inclusive promoviendo el que vea la situación que le ocurre desde otra perspectiva. Una perspectiva en donde se pueda identificar todo el panorama y no tan solo lo negativo del “cuadro”; y en donde a su vez pueda resaltarse los aspectos positivos mucho mas que los negativos.  

  • Sorprender

Desarrollar la creatividad y ponerla en marcha es una excelente manera de provocar alegría y sorpresa en medio de su dolor. Por ejemplo, aprender algo nuevo como algún tipo de arte y regalarle algo realizado por sus propias manos es una manera de hacerle entender lo especial e importante que es esa persona y de lo que es capaz de hacer por verla feliz. Las emociones generadas por actos creativos como los mencionados llenan el tanque de emociones positivas del otro y promueve que se desarrolle mayor fortaleza para seguir avanzando y luchando.

  • Manejar sus propias emociones

                Algo que puede ayudar mucho al afectado por la dificultad es que la pareja de éste aprenda a manejar las emociones propias que se experimentan a causa de la crisis, ya que la persona afectada se puede también afectar aún más al ver el impacto de la situación en su pareja. Buscar ayuda profesional puede facilitar el proceso e igualmente el apoyo de amistades, familiares y/o comunidad religiosa. De igual forma, fortalecerse y cuidar su propio bienestar impactará positivamente la experiencia de ambos.

Oportunidad para amar

                Oportunidad para amar, esa podría ser una nueva perspectiva para ver la crisis que junto atraviesan. Ver la situación que enfrentan como esa oportunidad que tienen para poner en practica el amor incondicional y el compromiso que se tiene para con el otro lograría traer un panorama mas optimista para el futuro de ambos.   

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com

La singularidad de ser mujer

Nutrir emocionalmente: uno de los regalos de la mujer

Lorena y Joaquín dialogaban sentados en las escaleras. Joaquín la miraba silenciosamente con cierta incomodidad percibida en su postura, la cual estaba relacionada a su inseguridad en torno a cómo actuar o decir ante la comunicación de ella. Mientras más compartía ella sus emociones, mas permeaba el silencio por parte de él. De repente, ella comenzó a llorar y, como un impulso natural, Joaquín extendió su mano en su hombro y le dijo: “No te pongas así Lorena. Yo te amo flaca.” Lorena acercó su mano al rostro de Joaquín para acariciarlo, lo besó en la mejilla y le dijo: “Yo también te amo Joaquín.”  Hacían meses que ella no tenía un gesto y palabras de amor hacia él.      

La esencia especial de toda mujer

                La mujer tiene una esencia especial que he ido observando a lo largo de mi experiencia profesional. Me refiero a su capacidad de nutrir emocionalmente a través del cuidado, apoyo, consuelo, cariño, ternura, atenciones, y alegría que le brindan al otro. Sin embargo, muchas veces son traicionadas por sus propias emociones. Emociones que han sido detonadas por los estresores de la vida, asuntos personales sin resolver y por las acciones o falta de acción de sus parejas, provocando que se cohíban o desmotiven, dejando de brindar todo ese nutrir emocional que saben dar.

Por ejemplo, una mujer que ha pasado todo el día trabajando y luego llega para asistir a sus hijos pequeños termina sin energía para poder tener momentos de cercanía con su pareja. Con el tiempo se va acumulando todo el estrés del día a día dejándola sin inspiración o motivación para nutrir emocionalmente. De igual forma, mujeres que experimentan la lejanía emocional de sus esposos terminan sintiéndose cohibidas y no bienvenidas por ellos, lo que provoca que se protejan emocionalmente y dejen de dar lo que antes solían dar.     

El efecto de esa trampa termina viéndose reflejado en la relación. El hombre comienza a carecer de la fuente que lo alimentaba a nivel emocional. Comienza a carecer del cuidado, apoyo, animo, cariño, ternura, pasión, y todo el amor que una mujer puede dar. Se sienten lastimados y resentidos ante la lejanía de ellas, lo cual perpetua un ciclo de desconexión que va deteriorando la relación poco a poco.  

¿Cómo lograr que una mujer vuelva a nutrir emocionalmente a su pareja?

                Por un lado, la mujer tiene la responsabilidad de aprender a manejar sus emociones de modo que éstas no obstaculicen el que ellas puedan brindar lo que son capaces de dar, y también de resolver asuntos personales como lo pueden ser inseguridades, baja autoestima, y/o experiencias traumáticas del pasado.

Por otro lado, es mucho lo que el hombre puede hacer también para despertar esa esencia en ellas, ya que muchas veces son sus acciones o falta de acción las que apagan su deseo de nutrirlos. Entonces, ¿cómo pueden ellos contribuir a ese despertar en ellas? A través de uno de los factores que más anhela toda mujer, la comunicación.   

Activando su capacidad de nutrir emocionalmente  

                Para muchos hombres llega a ser un enigma el saber cómo dirigirse a una mujer en especial cuando éstas están en su experiencia emocional. Se sienten muchas veces poco experimentados o carentes de recursos y destrezas sociales que le permitan conducirse apropiadamente. Uno de esos recursos y/o destrezas es la comunicación. Así que, haré énfasis especial en lo que es la comunicación verbal y no verbal hacia ella.

Ante todo, es esencial que el hombre, más allá de aprender a comunicarse, aprenda también a controlar sus emociones de modo que se cree el ambiente necesario para la comunicación sea efectiva.

Comunicación verbal    

  • Emociones: déjale saber lo que sientes. Identifica las emociones que experimentas en la relación luego de haber tenido una diferencia con ella.  
  • Pensamientos: déjale saber lo que piensas en torno a lo que ocurrió entre ustedes. No esperes tener todo bien organizado en tu mente para comunicarte con ella. A veces, solo se necesita sincerarse con el otro, aunque no tengamos claro todo en la mente. Déjale saber que solo le estas compartiendo tus pensamientos.
  •  Afirmar con palabras: afirma tu compromiso y amor para con ella y la relación. Déjale saber que las diferencias que experimentan no desvalida tu querer para con ella.
  • Seguridad: déjale saber que es seguro para ella expresarte sus emociones y pensamientos. Que la quieres escuchar y entender. 
  • Validar: validar es hacerle ver a la otra persona que está bien decir lo que siente; y que su emoción es genuina y única de su propia experiencia emocional.   

Comunicación no verbal

                Hablar es indispensable para una buena comunicación. Sin embargo, existen otras maneras no verbales para lograr trasmitir un mensaje al otro. Para una mujer, esa comunicación no verbal es sumamente especial. A veces, sobran las palabras y lo único que una mujer necesita va más allá de cualquier frase o palabra, en especial en momentos de tristeza, ansiedad o dolor. ¿A qué me refiero? Me refiero al tacto, ¿cómo?, por ejemplo: un abrazo, tomarle la mano, acariciarla, y/o mirarla a los ojos, entre otros gestos no verbales que la hacen sentir protegida, cuidada, amada, y consolada.

Disfrutando su regalo

                Ningún hombre debería perderse la oportunidad de recibir todo lo hermoso que una mujer puede dar. Mas todo eso no llega de manera espontánea o fácil. Es importante que el hombre aprenda a tratar a una mujer y a provocar en ella todo lo bello que ella puede dar. Por otro lado, es importante que la mujer cultive esa esencia en ella procurando aprender a manejar sus emociones y a trabajar con todo aquello que pueda estar obstaculizando el que ella se dé a sí misma para el hombre al que eligió amar. Solo así ambos podrán disfrutar del regalo que tiene toda mujer; el regalo de nutrir emocionalmente.

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com

¿Qué es lo que realmente conecta emocionalmente a un hombre con una mujer?

Hace varios años atrás me encontraba caminando en un parque del Condado. A lo lejos, me encontré con un viejo amigo que llevaba tiempo sin ver. Como no tenía prisa, decidí tomar un descanso y sentarme a dialogar. En medio de la conversación, salió el tema de su ex esposa. Me expresó que luego del divorcio había tenido mucho tiempo para pensar. Aquella tarde, me dijo que su mayor pesar dentro de la relación se debía principalmente a que no había podido encontrar en ella una compañera de vida. Una amiga que se interesara en sus intereses y que disfrutara compartir con él las actividades que tanto le gustaban como lo era ir a la playa o escuchar música de jazz.

Luego de escucharlo decir esas palabras, el silencio se apodero del ambiente por varios minutos. Sus ojos me miraron fijamente y luego volteo su mirada hacia el lado. Era como si por primera vez hubiera podido apalabrar lo que realmente su corazón sentía.     

Mucho más que sexo

Sus palabras trajeron a mi mente esta pregunta: ¿es cierta esa percepción social general que sugiere que al hombre solo le interesa el sexo o que solo buscan un cuerpo atractivo en una mujer? La respuesta es no. Con el tiempo, me he dado cuenta de que existen otros aspectos que tocan las fibras más profundas en el corazón de un hombre.   

En terapia, he podido escuchar sus historias, sus carencias emocionales, miedos, frustraciones y anhelos. Los he ayudado a verbalizar aquello que se le hace difícil poner en palabras. Me he dado cuenta que sus necesidades son emocionales, sociales, recreacionales e intelectuales como lo son para cualquier mujer.  He podido entender como muchas veces por causa de esa mala percepción de sus necesidades, terminamos prejuiciándolos, haciéndonos poco empáticos a sus emociones y necesidades.

La pobre comunicación: enemigo de los hombres  

¿Qué es lo que abona a esta percepción de los hombres? Sin lugar a duda, la falta de destrezas en comunicación. Por un lado, los hombres tienden a actuar más de lo que hablan. Al no comunicar directamente lo que necesitan a nivel emocional, terminan actuando dejando paso a que las mujeres malinterpreten sus acciones.

Por ejemplo, una de las necesidades de los hombres es tener tiempo para compartir con sus amigos varones. Cuando buscan esos encuentros sin comunicar el bienestar que les provoca ese compartir y la importancia que tiene eso para ellos, las mujeres terminan sintiéndose excluidas o pensando que sus amigos son más importantes que ellas. Por tal razón, la pobre comunicación es el enemigo número uno de los hombres en lo que materia de relaciones se trata.

Conexión con una mujer

                ¿Qué es lo que realmente conecta emocionalmente a un hombre con una mujer? Es mucho lo que podríamos responder, pero intentaré resumir algunas de las respuestas a esta interrogante.     

  • Una amiga en la que puedan confiar y disfrutar buenos momentos. Esa persona con la que puedan compartir sus miedos, inseguridades y frustraciones, pero también sus alegrías, logros, anhelos, intereses y sueños. 
  • Respeto. Para ellos es bien importante el respeto a sus creencias, intereses, a sus emociones y a su persona en general.  
  • Alguien que crea en ellos. Que crea en sus ideas, habilidades, capacidades, y proyectos.
  • Soledad. Podría decir que un buen número de hombres no necesitan estar con su pareja todo el tiempo, lo cual no significa que no las aman. El tiempo solo con ellos mismos les permite pensar y valorar a la persona que tienen a su lado.
  • Aceptación incondicional. La vergüenza que llega a provocar en ellos sus debilidades, inseguridades y fallas nos les permite expresarlas a su pareja muchas veces por el temor al rechazo. Terminan encubriendo las mismas en una aparente fortaleza que esconde su verdadero yo y limita lo que es la intimidad emocional. Por tal razón, tener una mujer que los acepten con todo y sus faltas significa mucho para ellos.   
  • Valoración y validación de sus esfuerzos. Reforzar o dejarle saber que valoramos los esfuerzos que hacen por proveer al hogar; y/o resolver algún problema entre otros esfuerzos los motivan a continuar haciéndolo. A su vez, el refuerzo no tiene que ser verbalizado todo el tiempo. Una palmadita en la espalda; una caricia en el rostro, entre otras expresiones afectivas físicas pueden ser más que suficientes para que sigan esforzándose.    
  • Amistad con otros varones. Un hombre necesita de amistades masculinas con las que pueda compartir intereses, emociones y proyectos.  
  • Ser comprendidos. Muchas veces los hombres se sienten incomprendidos por la mujer y gran parte de esa incomprensión proviene a causa de ellos mismos. El no saber comunicar efectivamente sus necesidades y emociones deja a las mujeres sin un mapa para poder entender lo que ocurre dentro de ellos. A su vez, esa incomprensión que experimentan termina provocando que se encierren más en sí mismos dejando los conflictos sin resolver.    
  • Ser escuchados y apoyados. Los hombres al igual que las mujeres necesitan que los escuchen y los validen sin que los enjuicien o los critiquen.  
  • Confianza. Que confíen en sus capacidades, destrezas, juicio, decisiones, solución de los problemas y manera de actuar.
  • Una mujer a la que admiren y les añada lo que ellos no tienen.
  • Que su mundo no gire en torno a ellos. Esto es bien importante. Mujeres que sean capaces de voltear hacia ellos, pero que a su vez tengan también sus propios proyectos, intereses y relaciones interpersonales.     
  • A nivel general, mujeres que: sepan manejar sus emociones; los hagan reír y olvidar sus preocupaciones; optimista; que se involucren en sus intereses y se aventuren con ellos; que los aconsejen y les compartan su manera particular de ver la vida; una chispa de locura, aventura y espontaneidad; y disposición para resolver los conflictos de la relación.  

Llegar a su corazón

Hay que reconocer que inicialmente es el físico lo que cautiva y atrae a los hombres. A su vez, y sin lugar a duda, sus necesidades sexuales tienen bastante relevancia en sus vidas.

No obstante, al pasar del tiempo, el físico y lo sexual no sostiene el que un hombre quiera permanecer en una relación de pareja. Se requiere mucho más para llegar profundo al corazón de un hombre. Lograr cautivar a un hombre no tan solo con el físico sino también con la personalidad misma, la actitud hacia ellos, hacia los retos de la vida, y hacia los demás es lo que al final del camino lo mantendrá conectado a la mujer que decidieron amar.   

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com   

La importancia de afirmar palabras cuando amas

Lira y Franco se encontraban cenando en uno de los restaurantes más antiguos de la ciudad. La noche fluía de maravilla para ambos. Habían pasado dos años desde que Lira aceptó iniciar una relación con Franco. Las acciones de Franco durante todo ese tiempo hablaban de sus sentimientos, pero por alguna razón no los expresaba.  

Al salir del restaurante, caminaron hacia el campanario de la ciudad antigua y mirándola a los ojos le dijo: “Lira, gracias por darme la oportunidad de conocerte y de compartir todo este tiempo contigo. Cada día que paso a tu lado se reafirman mis sentimientos hacia ti. En mi mente y corazón no caben dudas. Hoy mas que nunca estoy seguro que te amo.” Sus palabras le llegaron al alma. Aquella noche ella lloró de emoción al escucharlo decir lo que por tanto tiempo su corazón anhelaba oír.

Palabras de afirmación: Sembrando en la mente del otro  

Lo que Lira escuchó aquella noche fueron palabras de afirmación. Cuando consideramos lo que son las palabras de afirmación en las relaciones interpersonales, nos referimos a las palabras que afirman en la mente del otro un sentimiento, una intención, o un anhelo hacia esa persona.

Afirmar es un verbo que implica sostener, dar firmeza y/o asegurar algo a una superficie. Por ejemplo, ese algo podría ser un árbol que se afirma a la tierra. De igual forma, afirmar una palabra en la mente del otro es, metafóricamente, el equivalente de afirmar o sembrar un árbol en la tierra que, con el tiempo, dará frutos. En el caso de las palabras, los frutos serían las emociones que se generan en el corazón de la persona que las escucha.

Impacto de las palabras de afirmación

                Las palabras de afirmación son el mecanismo que se utiliza en la comunicación para brindar certeza y seguridad a la persona a quien se le comunica la palabra. Por ejemplo, Leonel le afirmó a Mariela su compromiso de asistirla en la fiesta del sábado. Su afirmación le brindó seguridad y le dio la certeza que tendría ayuda para esa actividad, lo cual la hace sentir despreocupada y tranquila. Ese es precisamente el impacto de las palabras de afirmación, brindar certeza y seguridad a la persona que la escucha.    

Palabras de afirmación en las relaciones de pareja

                En las relaciones de pareja, las palabras de afirmación son una de las maneras en las que se manifiesta el amor de una persona hacia otra. A través de ellas, se afirma en la mente del otro el sentimiento agradable que se experimenta; las intenciones que se tienen; y el interés, compromiso, y confianza hacia esa persona. Por ejemplo: “cuenta conmigo”; “confío en ti”; “te apoyo”; “te extraño”; “me interesas”.    

                A su vez, para muchas personas las palabras de afirmación son una de las manifestaciones de amor mas fundamentales. Pueden saber que el otro los ama por sus acciones, mas su carencia de palabras de afirmación no permite que surjan emociones mas específicas que los ayuden a adquirir certeza de sus sentimientos e intenciones. En otras palabras, las afirmaciones habladas son una manera de asegurar y/o sostener en la mente del otro lo que ya de alguna forma u otra se sabe. Es como colocar una tienda de acampar y asegurarla con sogas o clavos.      

Razones por las cuales no brindan palabras de afirmación

                Cada individuo posee personalidades y diferentes historias y experiencias de vida que moldearon las maneras en que manifiestan su amor.Por tal razón, pueden existir diferentes razones que podrían explicar el porque se le hace difícil para algunas personas brindar palabras de afirmación. Veamos algunas:    

  • Se criaron con padres que actuaron a favor del amor que sentían hacia ellos pero, nunca supieron como afirmar con palabras sus sentimientos.  
  • No tienen certeza de sus propias emociones y prefieren darse tiempo a que el sentimiento se asiente en sus corazones para poder brindar esas palabras de afirmación.
  • Miedo a provocar una emoción o reacción en el otro que los lleve a comprometerse cuando aún no se sienten preparados para el compromiso. 
  • La presencia de emociones no agradables detonadas por las acciones del otro lo cual los cohíbe de afirmar palabras de afecto, motivación o apoyo.
  • Falta de destrezas de comunicación.     
  • Valoran más las acciones que las palabras.  

Palabras que necesitan ser dichas

                Las palabras son la puerta que tenemos para que los demás accedan al mundo interior de cada persona. Por sus puertas podemos conocer sus emociones, pensamientos, anhelos, e intenciones. No existe otra forma de poder conocer con certeza lo que provocamos en el otro sino es por medio de palabras de afirmación. 

                De modo que, ya sea porque no aprendieron a decirlas o por miedo u otra razón, tomar la determinación de crear el hábito de brindarlas como una de las expresiones de amor que tiene para dar, será una de las decisiones más saludables que pueda tomar en la vida en favor de su relación de pareja. Afirmando el amor con palabras y acciones fortalecerá no tan solo los lazos en su relación de pareja sino también toda relación familiar, de amistad, laboral o social.

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com

¿Realmente quiero una relación con él? 

Gisela había conocido a Pablo en una fiesta. Lograron hacer química desde el principio. La conversación fluía, y no paraban de reírse. Era evidente que se sentían atraídos físicamente el uno por el otro. A eso, se le añadía que él era el tipo de chico que a ella le gustaba, o sea, tenía su “check list”.  Sin pensarlo mucho, y sin darse la oportunidad de tomarse tiempo para conocerlo, inició la construcción de una relación de pareja con él en menos dos semanas. 

En el proceso, llegó a ignorar, ya sea consciente o inconsciente, las banderas rojas o conductas y/o actitudes negativas de Pablo tales como su falta de humildad para reconocer errores y su mal manejo del coraje. No pasaron más de tres meses cuando Pablo comenzó a alejarse y a distanciarse. Luego de confrontarlo por su distanciamiento, Pablo le comunicó que no quería continuar con la relación. Gisela terminó destruida. Todas sus ilusiones se habían caído al piso.     

¿Qué llevó a Gisela a lanzarse de lleno a construir una relación con Pablo cuando apenas lo comenzaba a conocer? La respuesta podría estar relacionada con aspectos propios que caracterizan a las mujeres, su orientación hacia las relaciones.

Diferencias entre hombres y mujeres al momento de invertir en la construcción de una relación

Las mujeres, generalmente, son por naturaleza orientadas hacia las relaciones. De forma innata buscan crear conexiones emocionales para lograr construir una relación. A su vez, su fluidez con la comunicación, destreza más que necesaria en ese proceso de construcción de relaciones, las hace sentir usualmente seguras y con dominio de invertir energía emocional y echar a correr una relación de pareja. Incluso, muchas veces, en su anhelo de tener una relación de pareja, terminan ignorando las banderas rojas que identifican en el proceso.  

Sin embargo, al contrario de las mujeres, los hombres, no están, usualmente, orientados hacia las relaciones sino más bien hacia las metas. Ellos, para invertir en una relación requieren sentir el deseo de hacerlo porque necesariamente por naturaleza no le va a nacer hacerlo de forma rápida con alguien que apenas acaban de conocer. Es ahí en donde las mujeres necesitan ser más cautelosa al momento de comenzar a construir una relación debido a que los hombres necesariamente no van a arrancar con el mismo impulso e interés de ellas. Puede que ellas les gusten, mas eso no implica que quieran tener una relación de pareja con ellas.  

Para ellos, es más importante tener amigas con las cuales se puedan identificar y conectar emocionalmente más allá de la atracción física inicial. Luego de esa conexión emocional es que puede surgir en ellos el deseo de construir una relación con esa persona. Para que eso ocurra, necesitan pasar por un periodo de amistad antes de la relación de pareja en donde no se sientan presionados a construir una relación.

El problema surge cuando ellos quieren una amistad pero, involucran el contacto físico. Es aquí en donde al no establecer límites claros con ellas, terminan confundiendo a las mujeres, quienes se envuelven emocionalmente luego de contactos físicos ya que para muchas de ellas la interacción sexual y/o física implica una relación íntima que solo tendrían con alguien con quien quieren establecer una relación de pareja.

Entonces, ¿qué hacer para no arrancar a construir una relación antes de que el otro esté preparado o quiera? La respuesta está primordialmente en tomar las cosas despacio.

Sin prisa, porque el que quiera estar, está

En esencia, algo que es clave para mantener un ritmo despacio cuando se conoce a un posible prospecto es no tener la expectativa de construir una relación de pareja con esa persona que está conociendo hasta que no conozca aspectos importantes de su carácter y persona como lo son sus valores, su visión de la vida, creencias, metas, motivaciones, intenciones, y sobre todo su nivel de madurez como individuo. Todo esto se podría resumir en lograr conocer su corazón.  

De modo que, pare evitar tantas rupturas y decepciones dolorosas y muchas veces traumáticas, es importante que una mujer pueda seguir ciertas guías que le permitan conocer cómo manejar ese deseo innato de una mujer de estar en una relación de pareja.

  • Establecerse límites físicos y emocionales e ir expandiéndolos a medida que la persona se vaya ganando su confianza con palabras y hechos.
    • Mantenerse enfocadas en sus metas profesionales, académicas, y personales mientras está conociendo a esa persona. De no tenerlas, comenzar a desarrollarlas.
    • Aprender a tener y disfrutar su tiempo a solas.  
    • Mantener y continuar desarrollando relaciones de amistad.
    • No estar siempre disponibles para ellos, lo cual es una manera de que ellos aprendan a valorarlas y respetar su tiempo y espacio.
    • Procurar ser genuinas, honestas, y transparentes de modo que la otra persona también pueda conocer su corazón.  
    • Generar diferentes fuentes de alegría, diversión y entretenimiento.
    • Comunicar y mostrar su interés hacia ellos con palabras y hechos.      

Enamorarse del hombre y no de la relación

                Más allá de tener una relación, las mujeres necesitan procurar estar seguras si son capaces de amar al hombre que elijan no tan solo porque las haga sentir feliz y/o cumpla con todos sus criterios como pareja. Además de eso, ellas necesitan enamorarse del corazón de ellos. De lo contrario, una vez tengan la relación, comenzarán a querer cambiar a la persona ya que nunca se enamoraron del individuo sino más bien de como ellos la hacían sentir y/o de lo que ellos tenían o representaban para ellas.

                Lograr frenar ese deseo innato de construir relaciones no es tarea fácil para la mujer. Sin embargo, lograrlo hacer permitirá que al final puedan disfrutar de una relación en la que ambos estén dispuestos a construir.           

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com

A la tarea de construir una relación única

Marcela y Leo tenían una relación de pareja bastante estable. Bastaba mirar la manera en que Leo se desvivía por complacer y ayudar a Marcela.

La pareja estaría cumpliendo dentro de tres meses un año de noviazgo. Ya para ese momento se veían contemplando la idea de casarse y formar una familia.

Sin embargo, Marcela no se sentía del todo satisfecha en su relación. Muchas de sus expectativas en torno a cómo “debería” ser un noviazgo no se estaban cumpliendo. Por ejemplo, todavía le afectaba que Leo pasara todo un día sin llamarla o que no le dijera con frecuencia que la amaba. Ella pensaba que ese tipo de acciones eran parte importantes de estar en pareja. Sin darse cuenta, terminaba comparándolo con las parejas de sus amistades y sintiéndose un poco desanimada en la relación.   

Un buen día, Marcela me citó para almorzar y tomar un café. Me contó su sentir respecto a la relación con Leo. Luego de escucharla, no dude en compartirle mi parecer respecto a sus emociones y pensamientos.

Primero, le platiqué sobre las diferentes maneras que tienen las personas de mostrar su amor. Para ella, podría llegar a ser muy alentador que comenzara a enfocarse en los actos de amor que hacía Leo por ella cada vez que intentaba complacerla.

Segundo, le dije que volteara su atención a la tarea hermosa de construir su propia relación, una relación única de ellos dos. Al mismo tiempo era recomendable que se fuera alejando de expectativas y/o modelos preconcebidos por los medios de comunicación, o entre sus mismo círculo social y familiar, de lo que se supone sea una relación de pareja.   

Una hermosa, gratificante y difícil tarea

Podría afirmar que al igual que Marcela, mucho de nosotros terminamos creyendo en algún momento de nuestras vidas que hay una sola manera en la que se “supone deberían” de ser las relaciones de pareja. Crecemos esperando vivir la historia de muchos protagonistas de novelas, películas y/o series de televisión, procurando copiar y vivir, quizás de forma inconsciente, lo aprendido. El problema es que cuando no se cumplen esas expectativas terminamos desilusionándonos y desanimándonos en la relación, afectando de este modo la relación y a la pareja.  

Por tal motivo, es necesario enfocar la atención en nuestra pareja con el fin de conocerla, y junto a ese conocimiento y el conocimiento de nuestra propia persona, embarcarnos en la difícil, pero hermosa y gratificante tarea de construir una relación única.  

¿Cómo entonces podemos construir nuestra historia de amor de forma única?

Construir una relación única es como crear una prenda de vestir a mano y a nuestra talla. Para confeccionarla, se utilizan diversos materiales. Se eligen diferentes telas, colores, diseños, entre otros. En el caso de las relaciones, existen varios materiales indispensables para lograr crear una relación a nuestra medida. Veamos cuales son.

Sus personalidades

¡Conócete!

               La personalidad es aquello que nos distingue de las demás personas. Las características de personalidad incluyen la manera de relacionarnos con los demás, de enfrentar la vida, de tomar decisiones y resolver problemas. Al adquirir conocimiento de nuestra propia personalidad podemos comunicarle al otro lo que necesita saber, con el fin de que logre comprendernos, evitando de este modo las malinterpretaciones de nuestras acciones.  

Sus necesidades emocionales  

¡Dile lo que quieres!

                Las necesidades emocionales son aquellas que se satisfacen cuando logramos experimentar emociones tales como el sentirnos especiales, admirados, cuidados, consentidos, amados, relajados, atendidos, y/o apoyados. Inclusive para otros, el tiempo a solas y en silencio con uno mismo también es una necesidad emocional. Cada uno de nosotros puede llegar a experimentar estas emociones con diferentes acciones que realiza la pareja.  

Comunicarle al otro la manera en que se satisfacen estas necesidades en nosotros es esencial para llegar a acuerdos que nos permitan sentirnos satisfechos y comprendidos en la relación. De este modo vamos renunciando a la famosa frase: “Se supone que tu sepas…” y a la expectativa de que el otro lea nuestra mente.       

Sus valores

¡Lo que valoro!               

Cada persona aprende a valorar ciertos aspectos de la vida de forma individual. Algunos le dan mucho valor al trabajo, al ser responsable, honesto, a la diversión, a la naturaleza, la puntualidad y/o la fidelidad entre otros. Conocer lo que mi pareja valora nos permite aprender a valorar eso que es importante para la pareja, y sobre todo a entender sus acciones. Tal aprendizaje llega a significar para el otro un acto de amor.  

La realidad de sus vidas

               Considerar la realidad de vida de cada cual es esencial para poder mostrarnos comprensivos ante el otro. Entender y tomar en consideración sus compromisos familiares, económicos, de salud, de estudio, entre otros permite crear un ambiente de respeto en la relación.

Relación en proceso de construcción

Una relación en proceso de construcción es aquella que toma en consideración al momento de la elaboración tanto la personalidad y las necesidades emocionales como los valores y la realidad de vida de cada persona. Es aquí en donde con todos estos materiales sobre la mesa, se inicia la elaboración de una relación hecha específicamente para ambos, a nuestra medida y para nada genérica. La comunicación y negociación son los instrumentos que junto con los materiales crean la obra maestra, una relación única.  Los diseñadores somos nosotros. El tiempo de la confección puede durar meses o años. Lo importante es que una vez este solidificada la relación, se de mantenimiento de modo que pueda durar toda la vida.  

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