Hace varios años atrás me encontraba caminando en un parque del Condado. A lo lejos, me encontré con un viejo amigo que llevaba tiempo sin ver. Como no tenía prisa, decidí tomar un descanso y sentarme a dialogar. En medio de la conversación, salió el tema de su ex esposa. Me expresó que luego del divorcio había tenido mucho tiempo para pensar. Aquella tarde, me dijo que su mayor pesar dentro de la relación se debía principalmente a que no había podido encontrar en ella una compañera de vida. Una amiga que se interesara en sus intereses y que disfrutara compartir con él las actividades que tanto le gustaban como lo era ir a la playa o escuchar música de jazz.
Luego de escucharlo decir esas palabras, el silencio se apodero del ambiente por varios minutos. Sus ojos me miraron fijamente y luego volteo su mirada hacia el lado. Era como si por primera vez hubiera podido apalabrar lo que realmente su corazón sentía.
Mucho más que sexo
Sus palabras trajeron a mi mente esta pregunta: ¿es cierta esa percepción social general que sugiere que al hombre solo le interesa el sexo o que solo buscan un cuerpo atractivo en una mujer? La respuesta es no. Con el tiempo, me he dado cuenta de que existen otros aspectos que tocan las fibras más profundas en el corazón de un hombre.
En terapia, he podido escuchar sus historias, sus carencias emocionales, miedos, frustraciones y anhelos. Los he ayudado a verbalizar aquello que se le hace difícil poner en palabras. Me he dado cuenta que sus necesidades son emocionales, sociales, recreacionales e intelectuales como lo son para cualquier mujer. He podido entender como muchas veces por causa de esa mala percepción de sus necesidades, terminamos prejuiciándolos, haciéndonos poco empáticos a sus emociones y necesidades.
La pobre comunicación: enemigo de los hombres
¿Qué es lo que abona a esta percepción de los hombres? Sin lugar a duda, la falta de destrezas en comunicación. Por un lado, los hombres tienden a actuar más de lo que hablan. Al no comunicar directamente lo que necesitan a nivel emocional, terminan actuando dejando paso a que las mujeres malinterpreten sus acciones.
Por ejemplo, una de las necesidades de los hombres es tener tiempo para compartir con sus amigos varones. Cuando buscan esos encuentros sin comunicar el bienestar que les provoca ese compartir y la importancia que tiene eso para ellos, las mujeres terminan sintiéndose excluidas o pensando que sus amigos son más importantes que ellas. Por tal razón, la pobre comunicación es el enemigo número uno de los hombres en lo que materia de relaciones se trata.
Conexión con una mujer
¿Qué es lo que realmente conecta emocionalmente a un hombre con una mujer? Es mucho lo que podríamos responder, pero intentaré resumir algunas de las respuestas a esta interrogante.
- Una amiga en la que puedan confiar y disfrutar buenos momentos. Esa persona con la que puedan compartir sus miedos, inseguridades y frustraciones, pero también sus alegrías, logros, anhelos, intereses y sueños.
- Respeto. Para ellos es bien importante el respeto a sus creencias, intereses, a sus emociones y a su persona en general.
- Alguien que crea en ellos. Que crea en sus ideas, habilidades, capacidades, y proyectos.
- Soledad. Podría decir que un buen número de hombres no necesitan estar con su pareja todo el tiempo, lo cual no significa que no las aman. El tiempo solo con ellos mismos les permite pensar y valorar a la persona que tienen a su lado.
- Aceptación incondicional. La vergüenza que llega a provocar en ellos sus debilidades, inseguridades y fallas nos les permite expresarlas a su pareja muchas veces por el temor al rechazo. Terminan encubriendo las mismas en una aparente fortaleza que esconde su verdadero yo y limita lo que es la intimidad emocional. Por tal razón, tener una mujer que los acepten con todo y sus faltas significa mucho para ellos.
- Valoración y validación de sus esfuerzos. Reforzar o dejarle saber que valoramos los esfuerzos que hacen por proveer al hogar; y/o resolver algún problema entre otros esfuerzos los motivan a continuar haciéndolo. A su vez, el refuerzo no tiene que ser verbalizado todo el tiempo. Una palmadita en la espalda; una caricia en el rostro, entre otras expresiones afectivas físicas pueden ser más que suficientes para que sigan esforzándose.
- Amistad con otros varones. Un hombre necesita de amistades masculinas con las que pueda compartir intereses, emociones y proyectos.
- Ser comprendidos. Muchas veces los hombres se sienten incomprendidos por la mujer y gran parte de esa incomprensión proviene a causa de ellos mismos. El no saber comunicar efectivamente sus necesidades y emociones deja a las mujeres sin un mapa para poder entender lo que ocurre dentro de ellos. A su vez, esa incomprensión que experimentan termina provocando que se encierren más en sí mismos dejando los conflictos sin resolver.
- Ser escuchados y apoyados. Los hombres al igual que las mujeres necesitan que los escuchen y los validen sin que los enjuicien o los critiquen.
- Confianza. Que confíen en sus capacidades, destrezas, juicio, decisiones, solución de los problemas y manera de actuar.
- Una mujer a la que admiren y les añada lo que ellos no tienen.
- Que su mundo no gire en torno a ellos. Esto es bien importante. Mujeres que sean capaces de voltear hacia ellos, pero que a su vez tengan también sus propios proyectos, intereses y relaciones interpersonales.
- A nivel general, mujeres que: sepan manejar sus emociones; los hagan reír y olvidar sus preocupaciones; optimista; que se involucren en sus intereses y se aventuren con ellos; que los aconsejen y les compartan su manera particular de ver la vida; una chispa de locura, aventura y espontaneidad; y disposición para resolver los conflictos de la relación.
Llegar a su corazón
Hay que reconocer que inicialmente es el físico lo que cautiva y atrae a los hombres. A su vez, y sin lugar a duda, sus necesidades sexuales tienen bastante relevancia en sus vidas.
No obstante, al pasar del tiempo, el físico y lo sexual no sostiene el que un hombre quiera permanecer en una relación de pareja. Se requiere mucho más para llegar profundo al corazón de un hombre. Lograr cautivar a un hombre no tan solo con el físico sino también con la personalidad misma, la actitud hacia ellos, hacia los retos de la vida, y hacia los demás es lo que al final del camino lo mantendrá conectado a la mujer que decidieron amar.
Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com