Tomar clases de pintura al óleo ha sido una experiencia fuera de lo común. Increíblemente, me ha enseñado mucho sobre la vida, específicamente sobre los procesos. Y es que, pintar al óleo requiere de varios pasos para que al final se pueda apreciar la obra terminada. Sin duda alguna, comprender todo lo que tuvo que hacer el artista antes de que se pudiera contemplar la obra permite valorar y apreciar aún más la creación del pintor.
El proceso de crear requiere de tiempo y paciencia. A su vez, con la contemplación, acción en donde se logra ver aquello que a simple vista no se ve, se logra resolver todos los distintos problemas de la pintura, problemas tales como la composición, el color, y el valor entre otros.
Así que, a medida que se va resolviendo cada problema, se va avanzando en el proceso de la creación de la obra. Con cada solución, se va comenzando a apreciar la intención del cuadro y se va visualizando el resultado final.
Algo interesante durante el proceso es que en ciertas etapas del proceso se requiere deconstruir lo construido, ósea lo pintado hasta esa etapa, con el fin de volver a construir sobre lo deconstruido, para luego volver a deconstruirlo nuevamente, y finalmente volver a construir hasta ver la intención de la pintura.
¿Qué son los procesos?
Los procesos pueden iniciar en diferentes momentos de la vida. Unos son más llevaderos que otros, e inclusive pueden ser de corta o larga duración pero, sin lugar a duda, todos retarán las capacidades del individuo e impactarán su estado anímico.
Por lo general, se componen de etapas o pasos que requieren que sean experimentados y atravesados por la persona. A su vez, cada etapa, requiere de la realización de acciones que al ser ejecutadas, permiten que se domine ciertas destrezas y/o habilidades o se genere cierto aprendizaje que capacitará a la persona que pasa por el proceso para que pueda obtener y disfrutar a plenitud la finalidad o resultado deseado.
Existen una variedad de éstos. Por ejemplo: comprar una casa; mudarse de país; ser admitido a una universidad; y muchos otros más. Todos requieren de acciones escalonadas que lleven al fin esperado. Dentro de éstos, están aquellos presentes en lo que son las relaciones de pareja.
Los procesos en las relaciones de pareja
Los procesos en las relaciones de pareja, por la naturaleza misma de la relación, tienden a ser bastantes retantes debido a que el resultado deseado no depende 100 por ciento de una sola persona. De modo que, el hecho de que sea un proceso que involucra a dos implica la posibilidad de no recibir el resultado deseado a pesar del esfuerzo que haga una de las dos personas en la pareja.
Ejemplos de procesos en las relaciones de pareja pueden ser: la recuperación luego de una infidelidad; el recuperar la confianza del otro; el volver a conectarse emocionalmente con el otro; el lograr adaptarse y manejar crisis que experimente uno de los dos o ambos; la etapa de crianza; el nido vacío entre muchos otros más.
La similitud entre la pintura al óleo y las relaciones de pareja
La contemplación, presente en la creación de la obra, es de igual forma esencial en los procesos presentes en la relación de pareja. Así que, si ambos procesos pueden llegar a ser similares, la pregunta a hacer sería: ¿qué tenemos que contemplar en los procesos de pareja? Pues bien, necesitamos contemplarnos a nosotros mismos. Observar nuestras acciones, emociones, pensamientos, objetivos, intenciones, expectativas y prioridades, lo cual permitirá la auto-evaluación de la persona y el desarrollo de la conciencia de cómo se está impactando la relación de pareja con las acciones propias.
La información obtenida en ese proceso de auto-contemplación, al igual que en la pintura al óleo, asistirá a su vez en la resolución de los problemas que enfrenta la relación. Tales problemas están directamente relacionados a los mismos miembros de la relación. ¿Cuáles podrían ser esos problemas? Bueno, falta de madurez; pobre conciencia del impacto de su conducta en el otro; pobre manejo de emociones; resentimiento; conflictos sin resolver del pasado; desconfianza; falta de empatía; pobres destrezas de comunicación y resolución de conflictos; y/o traumas del pasado entre muchos otros más.
Por último, las acciones de construir para luego deconstruir que se dan en el proceso de la pintura al óleo serían el equivalente a los conflictos que van surgiendo en la relación y que se van resolviendo poco a poco. Cada conflicto que se enfrenta puede sacar a relucir emociones difíciles de manejar, lo cual podría ser equivalente a esos procesos de deconstrucción que se dan en la pintura. No obstante, resolver el conflicto sería a su vez el equivalente de volver a construir utilizando la analogía de la pintura. De modo que, a medida que se resuelven los conflictos en la relación, se va fortaleciendo la misma, al igual que en la pintura en donde con cada acción de construcción/deconstrucción se va revelando la intención de la pintura.
Procesos que valen la pena atravesar
Abrazar los procesos en las relaciones de pareja requiere de paciencia, tolerancia, persistencia, disciplina, consistencia, humildad, honestidad y determinación. Sobre todo, el objetivo debe estar puesto en el crecimiento personal de forma tal que se pueda manejar la frustración que se podría experimentar cuando la pareja no reacciona como la persona quisiera que reaccionara.
Ver el proceso como la oportunidad de obtener el crecimiento personal necesario para poder construir y mantener una relación de pareja será la recompensa primaria independientemente que la relación se mantenga o se disuelva. Si se mantiene, sería esa la recompensa secundaria. Verlo desde esa perspectiva promueve que cada persona se mantenga motivada en el proceso.
Y sí, sin lugar a duda, vale la pena atravesar los procesos en las relaciones de pareja porque de la misma forma en la que en la pintura al óleo se logra apreciar aún más el esfuerzo realizado por el pintor en la obra terminada luego de conocer el proceso por el cual atravesó la pintura, pasar por estos procesos en las relaciones de pareja permite que se valore, aprecie y proteja la relación como una de las cosas más apreciadas en la vida. Solo valorándola, apreciándola y protegiéndola se podrá mantener viva la relación de pareja.
Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com
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