¿Cómo proteger mi relación de pareja?

            Tomando mi café de la mañana en el “coffe shop” de camino a mi oficina escuchéel dolor de cabeza que estaba atravesando el dueño del local debido a los varios robos que había tenido en su negocio en los últimos meses. La realidad era que su facilidad se encontraba muy expuesta ya que no tenía ningún tipo de enrejado o protección que le brindara seguridad al negocio más allá de las cámaras de seguridad y la alarma. Fue entonces cuando decidió invertir en proteger la facilidad con un enrejado de modo que la misma fuera inaccesible a los intentos de hurto.  

Relación bajo riesgo

Al igual que en el “coffe shop”, las relaciones pueden estar en riesgo de ser afectadas o dañadas por situaciones externas e internas al hogar como lo pueden ser la pobre economía, terceras personas, estresores laborales/académicos, desempleo, conflictos con la familia extendida y/o política entre otros. De modo que, ¿cuál puede ser entonces el “enrejado” que proteja la relación de pareja? La respuesta está en el “enrejado emocional”. 

Protegiendo la relación  

El “enrejado emocional” se compone de factores de protección conocidos como habilidades sociales, valores y madurez personal. ¿Cuáles son éstos? Los factores de protección serían: manejo de emociones; comunicación asertiva; disposición para perdonar; honestidad; humildad y asumir responsabilidad por las acciones propias; auto-cuidado; respeto; conciencia del impacto de las acciones en el otro y validación de la pareja; y dedicar tiempo de calidad.  

Cabe destacar que, de la misma forma en que el dueño del local tuvo que invertir una cantidad considerable de dinero para proteger la facilidad, proteger la relación requiere de una inversión de tiempo, esfuerzo y energía por parte de ambos miembros de la relación. Tal inversión permite que se desarrollen las habilidades sociales necesarias y madurez personal y se cultiven los valores que permiten proteger la misma.De lo contrario, ésta estaría expuesta y vulnerable. 

Veamos en detalle cada uno de los factores de protección: 

  • Manejo de emociones: adquirir destrezas de manejo de emociones y de auto control permite que se pueda mantener la conexión en la pareja sin que esta se perjudique ante las emociones que experimenten ambos en la relación. De no lograr manejar las emociones que el otro provoca, se toma el riesgo de no resolver conflictos y terminar acumulándolos, lo cual crea un distanciamiento emocional que va deteriorando la relación con el tiempo. 
  • Comunicación asertiva:la comunicación es lo que permite que ambos se puedan entender para no malinterpretarse, juzgarse, des-validarse o prejuiciarse. El intercambio de pensamientos y emociones promueve y facilita el acceso al mundo del otro. Es el puente hacia ese otro mundo. 
  • Disposición de perdonar:la disposición para lograr ver al otro en su complejidad humana y lograr decidir perdonar sus fallas al lograr procesar las emociones que experimenta es uno de los elementos que permite que esa relación pueda madurar.No abrigar ni alimentar emociones negativas como el rencor, resentimiento, venganza y/o coraje es lograr avanzar en esa decisión y proceso de perdonar.
  • Honestidad:la honestidad es lo que le da seguridad al otro. Las mentiras provocan desconfianza, inseguridad y ansiedad. Por el contrario,la honestidad provoca confianza, seguridad y tranquilidad. 
  • Humildad y responsabilidad:la humildad es una cualidad que permite que podamos reconocer y asumir responsabilidad por los errores propios. De hecho, el asumir responsabilidad es esencial para poder resolver conflictos. De esa forma se evita estar culpando y juzgando al otro, actitud que provoca defensa en la pareja.
  • Auto-cuidado:procurar cuidar la apariencia personal es dejar manifiesto el deseo de querer agradar visualmente a la pareja. Cuidar su exterior es una forma de decirle “quiero seguir siendo atractiva/o para ti y que te deleites al verme”.
  • Respetarel respeto hacia el otro se da cuando se permite que el otro tenga la oportunidad de expresarse, opinar, y decidir. De igual forma, la manera en que se dirige al otro también es una manifestación de respeto. Hablar en un tono adecuado, brindar atención, no tener gestos ni palabras irrespetuosas entre otras acciones forman también parte de lo que es la acción de respetar. 
  • Auto-conciencia y validación:la auto-conciencia es lograr reconocer como mis acciones impactan la estabilidad emocional del otro. Una vez se reconoce ese impacto, validar las emociones que el otro experimenta es parte de esas acciones afirmativas en donde se reconoce que las emociones que el otro siente son reales para él o ella y merecen ser escuchadas y comprendidas. Esta acción hace que el otro experimente empatía y comprensión del otro.    
  • Tiempo de calidad: este es uno de los mayores protectores ya que es el que promueve la conexión emocional que da vida y razón de ser a la relación. Sin tiempo de calidad con la pareja, la relación pierde brillo y significado.  

No proteger es arriesgarse a perder

            Las relaciones no pueden verse como metas que se adquieren y una vez adquiridas se cuelgan en la pared como un trofeo o certificado a exhibir y nada más. La realidad es que son más que eso. Las relaciones, de manera metafórica, son un “ser” que tiene vida; tienen un principio y un final. Ellas tienen identidad propia formada por dos individuos distintos que deciden construir una relación única. Son un “ser viviente” que requiere que se le alimente con amor, que se trabaje para que madure y que se proteja para que no se maltreche o se muera.Verla así permitirá que la veamos como algo de valor que requiere de nuestra atención. Así que,no protegerla es arriesgarse a perderla.    

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com