La singularidad de ser mujer

Nutrir emocionalmente: uno de los regalos de la mujer

Lorena y Joaquín dialogaban sentados en las escaleras. Joaquín la miraba silenciosamente con cierta incomodidad percibida en su postura, la cual estaba relacionada a su inseguridad en torno a cómo actuar o decir ante la comunicación de ella. Mientras más compartía ella sus emociones, mas permeaba el silencio por parte de él. De repente, ella comenzó a llorar y, como un impulso natural, Joaquín extendió su mano en su hombro y le dijo: “No te pongas así Lorena. Yo te amo flaca.” Lorena acercó su mano al rostro de Joaquín para acariciarlo, lo besó en la mejilla y le dijo: “Yo también te amo Joaquín.”  Hacían meses que ella no tenía un gesto y palabras de amor hacia él.      

La esencia especial de toda mujer

                La mujer tiene una esencia especial que he ido observando a lo largo de mi experiencia profesional. Me refiero a su capacidad de nutrir emocionalmente a través del cuidado, apoyo, consuelo, cariño, ternura, atenciones, y alegría que le brindan al otro. Sin embargo, muchas veces son traicionadas por sus propias emociones. Emociones que han sido detonadas por los estresores de la vida, asuntos personales sin resolver y por las acciones o falta de acción de sus parejas, provocando que se cohíban o desmotiven, dejando de brindar todo ese nutrir emocional que saben dar.

Por ejemplo, una mujer que ha pasado todo el día trabajando y luego llega para asistir a sus hijos pequeños termina sin energía para poder tener momentos de cercanía con su pareja. Con el tiempo se va acumulando todo el estrés del día a día dejándola sin inspiración o motivación para nutrir emocionalmente. De igual forma, mujeres que experimentan la lejanía emocional de sus esposos terminan sintiéndose cohibidas y no bienvenidas por ellos, lo que provoca que se protejan emocionalmente y dejen de dar lo que antes solían dar.     

El efecto de esa trampa termina viéndose reflejado en la relación. El hombre comienza a carecer de la fuente que lo alimentaba a nivel emocional. Comienza a carecer del cuidado, apoyo, animo, cariño, ternura, pasión, y todo el amor que una mujer puede dar. Se sienten lastimados y resentidos ante la lejanía de ellas, lo cual perpetua un ciclo de desconexión que va deteriorando la relación poco a poco.  

¿Cómo lograr que una mujer vuelva a nutrir emocionalmente a su pareja?

                Por un lado, la mujer tiene la responsabilidad de aprender a manejar sus emociones de modo que éstas no obstaculicen el que ellas puedan brindar lo que son capaces de dar, y también de resolver asuntos personales como lo pueden ser inseguridades, baja autoestima, y/o experiencias traumáticas del pasado.

Por otro lado, es mucho lo que el hombre puede hacer también para despertar esa esencia en ellas, ya que muchas veces son sus acciones o falta de acción las que apagan su deseo de nutrirlos. Entonces, ¿cómo pueden ellos contribuir a ese despertar en ellas? A través de uno de los factores que más anhela toda mujer, la comunicación.   

Activando su capacidad de nutrir emocionalmente  

                Para muchos hombres llega a ser un enigma el saber cómo dirigirse a una mujer en especial cuando éstas están en su experiencia emocional. Se sienten muchas veces poco experimentados o carentes de recursos y destrezas sociales que le permitan conducirse apropiadamente. Uno de esos recursos y/o destrezas es la comunicación. Así que, haré énfasis especial en lo que es la comunicación verbal y no verbal hacia ella.

Ante todo, es esencial que el hombre, más allá de aprender a comunicarse, aprenda también a controlar sus emociones de modo que se cree el ambiente necesario para la comunicación sea efectiva.

Comunicación verbal    

  • Emociones: déjale saber lo que sientes. Identifica las emociones que experimentas en la relación luego de haber tenido una diferencia con ella.  
  • Pensamientos: déjale saber lo que piensas en torno a lo que ocurrió entre ustedes. No esperes tener todo bien organizado en tu mente para comunicarte con ella. A veces, solo se necesita sincerarse con el otro, aunque no tengamos claro todo en la mente. Déjale saber que solo le estas compartiendo tus pensamientos.
  •  Afirmar con palabras: afirma tu compromiso y amor para con ella y la relación. Déjale saber que las diferencias que experimentan no desvalida tu querer para con ella.
  • Seguridad: déjale saber que es seguro para ella expresarte sus emociones y pensamientos. Que la quieres escuchar y entender. 
  • Validar: validar es hacerle ver a la otra persona que está bien decir lo que siente; y que su emoción es genuina y única de su propia experiencia emocional.   

Comunicación no verbal

                Hablar es indispensable para una buena comunicación. Sin embargo, existen otras maneras no verbales para lograr trasmitir un mensaje al otro. Para una mujer, esa comunicación no verbal es sumamente especial. A veces, sobran las palabras y lo único que una mujer necesita va más allá de cualquier frase o palabra, en especial en momentos de tristeza, ansiedad o dolor. ¿A qué me refiero? Me refiero al tacto, ¿cómo?, por ejemplo: un abrazo, tomarle la mano, acariciarla, y/o mirarla a los ojos, entre otros gestos no verbales que la hacen sentir protegida, cuidada, amada, y consolada.

Disfrutando su regalo

                Ningún hombre debería perderse la oportunidad de recibir todo lo hermoso que una mujer puede dar. Mas todo eso no llega de manera espontánea o fácil. Es importante que el hombre aprenda a tratar a una mujer y a provocar en ella todo lo bello que ella puede dar. Por otro lado, es importante que la mujer cultive esa esencia en ella procurando aprender a manejar sus emociones y a trabajar con todo aquello que pueda estar obstaculizando el que ella se dé a sí misma para el hombre al que eligió amar. Solo así ambos podrán disfrutar del regalo que tiene toda mujer; el regalo de nutrir emocionalmente.

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com

¿Qué es lo que realmente conecta emocionalmente a un hombre con una mujer?

Hace varios años atrás me encontraba caminando en un parque del Condado. A lo lejos, me encontré con un viejo amigo que llevaba tiempo sin ver. Como no tenía prisa, decidí tomar un descanso y sentarme a dialogar. En medio de la conversación, salió el tema de su ex esposa. Me expresó que luego del divorcio había tenido mucho tiempo para pensar. Aquella tarde, me dijo que su mayor pesar dentro de la relación se debía principalmente a que no había podido encontrar en ella una compañera de vida. Una amiga que se interesara en sus intereses y que disfrutara compartir con él las actividades que tanto le gustaban como lo era ir a la playa o escuchar música de jazz.

Luego de escucharlo decir esas palabras, el silencio se apodero del ambiente por varios minutos. Sus ojos me miraron fijamente y luego volteo su mirada hacia el lado. Era como si por primera vez hubiera podido apalabrar lo que realmente su corazón sentía.     

Mucho más que sexo

Sus palabras trajeron a mi mente esta pregunta: ¿es cierta esa percepción social general que sugiere que al hombre solo le interesa el sexo o que solo buscan un cuerpo atractivo en una mujer? La respuesta es no. Con el tiempo, me he dado cuenta de que existen otros aspectos que tocan las fibras más profundas en el corazón de un hombre.   

En terapia, he podido escuchar sus historias, sus carencias emocionales, miedos, frustraciones y anhelos. Los he ayudado a verbalizar aquello que se le hace difícil poner en palabras. Me he dado cuenta que sus necesidades son emocionales, sociales, recreacionales e intelectuales como lo son para cualquier mujer.  He podido entender como muchas veces por causa de esa mala percepción de sus necesidades, terminamos prejuiciándolos, haciéndonos poco empáticos a sus emociones y necesidades.

La pobre comunicación: enemigo de los hombres  

¿Qué es lo que abona a esta percepción de los hombres? Sin lugar a duda, la falta de destrezas en comunicación. Por un lado, los hombres tienden a actuar más de lo que hablan. Al no comunicar directamente lo que necesitan a nivel emocional, terminan actuando dejando paso a que las mujeres malinterpreten sus acciones.

Por ejemplo, una de las necesidades de los hombres es tener tiempo para compartir con sus amigos varones. Cuando buscan esos encuentros sin comunicar el bienestar que les provoca ese compartir y la importancia que tiene eso para ellos, las mujeres terminan sintiéndose excluidas o pensando que sus amigos son más importantes que ellas. Por tal razón, la pobre comunicación es el enemigo número uno de los hombres en lo que materia de relaciones se trata.

Conexión con una mujer

                ¿Qué es lo que realmente conecta emocionalmente a un hombre con una mujer? Es mucho lo que podríamos responder, pero intentaré resumir algunas de las respuestas a esta interrogante.     

  • Una amiga en la que puedan confiar y disfrutar buenos momentos. Esa persona con la que puedan compartir sus miedos, inseguridades y frustraciones, pero también sus alegrías, logros, anhelos, intereses y sueños. 
  • Respeto. Para ellos es bien importante el respeto a sus creencias, intereses, a sus emociones y a su persona en general.  
  • Alguien que crea en ellos. Que crea en sus ideas, habilidades, capacidades, y proyectos.
  • Soledad. Podría decir que un buen número de hombres no necesitan estar con su pareja todo el tiempo, lo cual no significa que no las aman. El tiempo solo con ellos mismos les permite pensar y valorar a la persona que tienen a su lado.
  • Aceptación incondicional. La vergüenza que llega a provocar en ellos sus debilidades, inseguridades y fallas nos les permite expresarlas a su pareja muchas veces por el temor al rechazo. Terminan encubriendo las mismas en una aparente fortaleza que esconde su verdadero yo y limita lo que es la intimidad emocional. Por tal razón, tener una mujer que los acepten con todo y sus faltas significa mucho para ellos.   
  • Valoración y validación de sus esfuerzos. Reforzar o dejarle saber que valoramos los esfuerzos que hacen por proveer al hogar; y/o resolver algún problema entre otros esfuerzos los motivan a continuar haciéndolo. A su vez, el refuerzo no tiene que ser verbalizado todo el tiempo. Una palmadita en la espalda; una caricia en el rostro, entre otras expresiones afectivas físicas pueden ser más que suficientes para que sigan esforzándose.    
  • Amistad con otros varones. Un hombre necesita de amistades masculinas con las que pueda compartir intereses, emociones y proyectos.  
  • Ser comprendidos. Muchas veces los hombres se sienten incomprendidos por la mujer y gran parte de esa incomprensión proviene a causa de ellos mismos. El no saber comunicar efectivamente sus necesidades y emociones deja a las mujeres sin un mapa para poder entender lo que ocurre dentro de ellos. A su vez, esa incomprensión que experimentan termina provocando que se encierren más en sí mismos dejando los conflictos sin resolver.    
  • Ser escuchados y apoyados. Los hombres al igual que las mujeres necesitan que los escuchen y los validen sin que los enjuicien o los critiquen.  
  • Confianza. Que confíen en sus capacidades, destrezas, juicio, decisiones, solución de los problemas y manera de actuar.
  • Una mujer a la que admiren y les añada lo que ellos no tienen.
  • Que su mundo no gire en torno a ellos. Esto es bien importante. Mujeres que sean capaces de voltear hacia ellos, pero que a su vez tengan también sus propios proyectos, intereses y relaciones interpersonales.     
  • A nivel general, mujeres que: sepan manejar sus emociones; los hagan reír y olvidar sus preocupaciones; optimista; que se involucren en sus intereses y se aventuren con ellos; que los aconsejen y les compartan su manera particular de ver la vida; una chispa de locura, aventura y espontaneidad; y disposición para resolver los conflictos de la relación.  

Llegar a su corazón

Hay que reconocer que inicialmente es el físico lo que cautiva y atrae a los hombres. A su vez, y sin lugar a duda, sus necesidades sexuales tienen bastante relevancia en sus vidas.

No obstante, al pasar del tiempo, el físico y lo sexual no sostiene el que un hombre quiera permanecer en una relación de pareja. Se requiere mucho más para llegar profundo al corazón de un hombre. Lograr cautivar a un hombre no tan solo con el físico sino también con la personalidad misma, la actitud hacia ellos, hacia los retos de la vida, y hacia los demás es lo que al final del camino lo mantendrá conectado a la mujer que decidieron amar.   

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com   

La importancia de afirmar palabras cuando amas

Lira y Franco se encontraban cenando en uno de los restaurantes más antiguos de la ciudad. La noche fluía de maravilla para ambos. Habían pasado dos años desde que Lira aceptó iniciar una relación con Franco. Las acciones de Franco durante todo ese tiempo hablaban de sus sentimientos, pero por alguna razón no los expresaba.  

Al salir del restaurante, caminaron hacia el campanario de la ciudad antigua y mirándola a los ojos le dijo: “Lira, gracias por darme la oportunidad de conocerte y de compartir todo este tiempo contigo. Cada día que paso a tu lado se reafirman mis sentimientos hacia ti. En mi mente y corazón no caben dudas. Hoy mas que nunca estoy seguro que te amo.” Sus palabras le llegaron al alma. Aquella noche ella lloró de emoción al escucharlo decir lo que por tanto tiempo su corazón anhelaba oír.

Palabras de afirmación: Sembrando en la mente del otro  

Lo que Lira escuchó aquella noche fueron palabras de afirmación. Cuando consideramos lo que son las palabras de afirmación en las relaciones interpersonales, nos referimos a las palabras que afirman en la mente del otro un sentimiento, una intención, o un anhelo hacia esa persona.

Afirmar es un verbo que implica sostener, dar firmeza y/o asegurar algo a una superficie. Por ejemplo, ese algo podría ser un árbol que se afirma a la tierra. De igual forma, afirmar una palabra en la mente del otro es, metafóricamente, el equivalente de afirmar o sembrar un árbol en la tierra que, con el tiempo, dará frutos. En el caso de las palabras, los frutos serían las emociones que se generan en el corazón de la persona que las escucha.

Impacto de las palabras de afirmación

                Las palabras de afirmación son el mecanismo que se utiliza en la comunicación para brindar certeza y seguridad a la persona a quien se le comunica la palabra. Por ejemplo, Leonel le afirmó a Mariela su compromiso de asistirla en la fiesta del sábado. Su afirmación le brindó seguridad y le dio la certeza que tendría ayuda para esa actividad, lo cual la hace sentir despreocupada y tranquila. Ese es precisamente el impacto de las palabras de afirmación, brindar certeza y seguridad a la persona que la escucha.    

Palabras de afirmación en las relaciones de pareja

                En las relaciones de pareja, las palabras de afirmación son una de las maneras en las que se manifiesta el amor de una persona hacia otra. A través de ellas, se afirma en la mente del otro el sentimiento agradable que se experimenta; las intenciones que se tienen; y el interés, compromiso, y confianza hacia esa persona. Por ejemplo: “cuenta conmigo”; “confío en ti”; “te apoyo”; “te extraño”; “me interesas”.    

                A su vez, para muchas personas las palabras de afirmación son una de las manifestaciones de amor mas fundamentales. Pueden saber que el otro los ama por sus acciones, mas su carencia de palabras de afirmación no permite que surjan emociones mas específicas que los ayuden a adquirir certeza de sus sentimientos e intenciones. En otras palabras, las afirmaciones habladas son una manera de asegurar y/o sostener en la mente del otro lo que ya de alguna forma u otra se sabe. Es como colocar una tienda de acampar y asegurarla con sogas o clavos.      

Razones por las cuales no brindan palabras de afirmación

                Cada individuo posee personalidades y diferentes historias y experiencias de vida que moldearon las maneras en que manifiestan su amor.Por tal razón, pueden existir diferentes razones que podrían explicar el porque se le hace difícil para algunas personas brindar palabras de afirmación. Veamos algunas:    

  • Se criaron con padres que actuaron a favor del amor que sentían hacia ellos pero, nunca supieron como afirmar con palabras sus sentimientos.  
  • No tienen certeza de sus propias emociones y prefieren darse tiempo a que el sentimiento se asiente en sus corazones para poder brindar esas palabras de afirmación.
  • Miedo a provocar una emoción o reacción en el otro que los lleve a comprometerse cuando aún no se sienten preparados para el compromiso. 
  • La presencia de emociones no agradables detonadas por las acciones del otro lo cual los cohíbe de afirmar palabras de afecto, motivación o apoyo.
  • Falta de destrezas de comunicación.     
  • Valoran más las acciones que las palabras.  

Palabras que necesitan ser dichas

                Las palabras son la puerta que tenemos para que los demás accedan al mundo interior de cada persona. Por sus puertas podemos conocer sus emociones, pensamientos, anhelos, e intenciones. No existe otra forma de poder conocer con certeza lo que provocamos en el otro sino es por medio de palabras de afirmación. 

                De modo que, ya sea porque no aprendieron a decirlas o por miedo u otra razón, tomar la determinación de crear el hábito de brindarlas como una de las expresiones de amor que tiene para dar, será una de las decisiones más saludables que pueda tomar en la vida en favor de su relación de pareja. Afirmando el amor con palabras y acciones fortalecerá no tan solo los lazos en su relación de pareja sino también toda relación familiar, de amistad, laboral o social.

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com

¿Realmente quiero una relación con él? 

Gisela había conocido a Pablo en una fiesta. Lograron hacer química desde el principio. La conversación fluía, y no paraban de reírse. Era evidente que se sentían atraídos físicamente el uno por el otro. A eso, se le añadía que él era el tipo de chico que a ella le gustaba, o sea, tenía su “check list”.  Sin pensarlo mucho, y sin darse la oportunidad de tomarse tiempo para conocerlo, inició la construcción de una relación de pareja con él en menos dos semanas. 

En el proceso, llegó a ignorar, ya sea consciente o inconsciente, las banderas rojas o conductas y/o actitudes negativas de Pablo tales como su falta de humildad para reconocer errores y su mal manejo del coraje. No pasaron más de tres meses cuando Pablo comenzó a alejarse y a distanciarse. Luego de confrontarlo por su distanciamiento, Pablo le comunicó que no quería continuar con la relación. Gisela terminó destruida. Todas sus ilusiones se habían caído al piso.     

¿Qué llevó a Gisela a lanzarse de lleno a construir una relación con Pablo cuando apenas lo comenzaba a conocer? La respuesta podría estar relacionada con aspectos propios que caracterizan a las mujeres, su orientación hacia las relaciones.

Diferencias entre hombres y mujeres al momento de invertir en la construcción de una relación

Las mujeres, generalmente, son por naturaleza orientadas hacia las relaciones. De forma innata buscan crear conexiones emocionales para lograr construir una relación. A su vez, su fluidez con la comunicación, destreza más que necesaria en ese proceso de construcción de relaciones, las hace sentir usualmente seguras y con dominio de invertir energía emocional y echar a correr una relación de pareja. Incluso, muchas veces, en su anhelo de tener una relación de pareja, terminan ignorando las banderas rojas que identifican en el proceso.  

Sin embargo, al contrario de las mujeres, los hombres, no están, usualmente, orientados hacia las relaciones sino más bien hacia las metas. Ellos, para invertir en una relación requieren sentir el deseo de hacerlo porque necesariamente por naturaleza no le va a nacer hacerlo de forma rápida con alguien que apenas acaban de conocer. Es ahí en donde las mujeres necesitan ser más cautelosa al momento de comenzar a construir una relación debido a que los hombres necesariamente no van a arrancar con el mismo impulso e interés de ellas. Puede que ellas les gusten, mas eso no implica que quieran tener una relación de pareja con ellas.  

Para ellos, es más importante tener amigas con las cuales se puedan identificar y conectar emocionalmente más allá de la atracción física inicial. Luego de esa conexión emocional es que puede surgir en ellos el deseo de construir una relación con esa persona. Para que eso ocurra, necesitan pasar por un periodo de amistad antes de la relación de pareja en donde no se sientan presionados a construir una relación.

El problema surge cuando ellos quieren una amistad pero, involucran el contacto físico. Es aquí en donde al no establecer límites claros con ellas, terminan confundiendo a las mujeres, quienes se envuelven emocionalmente luego de contactos físicos ya que para muchas de ellas la interacción sexual y/o física implica una relación íntima que solo tendrían con alguien con quien quieren establecer una relación de pareja.

Entonces, ¿qué hacer para no arrancar a construir una relación antes de que el otro esté preparado o quiera? La respuesta está primordialmente en tomar las cosas despacio.

Sin prisa, porque el que quiera estar, está

En esencia, algo que es clave para mantener un ritmo despacio cuando se conoce a un posible prospecto es no tener la expectativa de construir una relación de pareja con esa persona que está conociendo hasta que no conozca aspectos importantes de su carácter y persona como lo son sus valores, su visión de la vida, creencias, metas, motivaciones, intenciones, y sobre todo su nivel de madurez como individuo. Todo esto se podría resumir en lograr conocer su corazón.  

De modo que, pare evitar tantas rupturas y decepciones dolorosas y muchas veces traumáticas, es importante que una mujer pueda seguir ciertas guías que le permitan conocer cómo manejar ese deseo innato de una mujer de estar en una relación de pareja.

  • Establecerse límites físicos y emocionales e ir expandiéndolos a medida que la persona se vaya ganando su confianza con palabras y hechos.
    • Mantenerse enfocadas en sus metas profesionales, académicas, y personales mientras está conociendo a esa persona. De no tenerlas, comenzar a desarrollarlas.
    • Aprender a tener y disfrutar su tiempo a solas.  
    • Mantener y continuar desarrollando relaciones de amistad.
    • No estar siempre disponibles para ellos, lo cual es una manera de que ellos aprendan a valorarlas y respetar su tiempo y espacio.
    • Procurar ser genuinas, honestas, y transparentes de modo que la otra persona también pueda conocer su corazón.  
    • Generar diferentes fuentes de alegría, diversión y entretenimiento.
    • Comunicar y mostrar su interés hacia ellos con palabras y hechos.      

Enamorarse del hombre y no de la relación

                Más allá de tener una relación, las mujeres necesitan procurar estar seguras si son capaces de amar al hombre que elijan no tan solo porque las haga sentir feliz y/o cumpla con todos sus criterios como pareja. Además de eso, ellas necesitan enamorarse del corazón de ellos. De lo contrario, una vez tengan la relación, comenzarán a querer cambiar a la persona ya que nunca se enamoraron del individuo sino más bien de como ellos la hacían sentir y/o de lo que ellos tenían o representaban para ellas.

                Lograr frenar ese deseo innato de construir relaciones no es tarea fácil para la mujer. Sin embargo, lograrlo hacer permitirá que al final puedan disfrutar de una relación en la que ambos estén dispuestos a construir.           

Dra. Libna Sanjurjo. La autora es psicóloga clínica con práctica privada en Hato Rey. lasanjurjo@gmail.com

A la tarea de construir una relación única

Marcela y Leo tenían una relación de pareja bastante estable. Bastaba mirar la manera en que Leo se desvivía por complacer y ayudar a Marcela.

La pareja estaría cumpliendo dentro de tres meses un año de noviazgo. Ya para ese momento se veían contemplando la idea de casarse y formar una familia.

Sin embargo, Marcela no se sentía del todo satisfecha en su relación. Muchas de sus expectativas en torno a cómo “debería” ser un noviazgo no se estaban cumpliendo. Por ejemplo, todavía le afectaba que Leo pasara todo un día sin llamarla o que no le dijera con frecuencia que la amaba. Ella pensaba que ese tipo de acciones eran parte importantes de estar en pareja. Sin darse cuenta, terminaba comparándolo con las parejas de sus amistades y sintiéndose un poco desanimada en la relación.   

Un buen día, Marcela me citó para almorzar y tomar un café. Me contó su sentir respecto a la relación con Leo. Luego de escucharla, no dude en compartirle mi parecer respecto a sus emociones y pensamientos.

Primero, le platiqué sobre las diferentes maneras que tienen las personas de mostrar su amor. Para ella, podría llegar a ser muy alentador que comenzara a enfocarse en los actos de amor que hacía Leo por ella cada vez que intentaba complacerla.

Segundo, le dije que volteara su atención a la tarea hermosa de construir su propia relación, una relación única de ellos dos. Al mismo tiempo era recomendable que se fuera alejando de expectativas y/o modelos preconcebidos por los medios de comunicación, o entre sus mismo círculo social y familiar, de lo que se supone sea una relación de pareja.   

Una hermosa, gratificante y difícil tarea

Podría afirmar que al igual que Marcela, mucho de nosotros terminamos creyendo en algún momento de nuestras vidas que hay una sola manera en la que se “supone deberían” de ser las relaciones de pareja. Crecemos esperando vivir la historia de muchos protagonistas de novelas, películas y/o series de televisión, procurando copiar y vivir, quizás de forma inconsciente, lo aprendido. El problema es que cuando no se cumplen esas expectativas terminamos desilusionándonos y desanimándonos en la relación, afectando de este modo la relación y a la pareja.  

Por tal motivo, es necesario enfocar la atención en nuestra pareja con el fin de conocerla, y junto a ese conocimiento y el conocimiento de nuestra propia persona, embarcarnos en la difícil, pero hermosa y gratificante tarea de construir una relación única.  

¿Cómo entonces podemos construir nuestra historia de amor de forma única?

Construir una relación única es como crear una prenda de vestir a mano y a nuestra talla. Para confeccionarla, se utilizan diversos materiales. Se eligen diferentes telas, colores, diseños, entre otros. En el caso de las relaciones, existen varios materiales indispensables para lograr crear una relación a nuestra medida. Veamos cuales son.

Sus personalidades

¡Conócete!

               La personalidad es aquello que nos distingue de las demás personas. Las características de personalidad incluyen la manera de relacionarnos con los demás, de enfrentar la vida, de tomar decisiones y resolver problemas. Al adquirir conocimiento de nuestra propia personalidad podemos comunicarle al otro lo que necesita saber, con el fin de que logre comprendernos, evitando de este modo las malinterpretaciones de nuestras acciones.  

Sus necesidades emocionales  

¡Dile lo que quieres!

                Las necesidades emocionales son aquellas que se satisfacen cuando logramos experimentar emociones tales como el sentirnos especiales, admirados, cuidados, consentidos, amados, relajados, atendidos, y/o apoyados. Inclusive para otros, el tiempo a solas y en silencio con uno mismo también es una necesidad emocional. Cada uno de nosotros puede llegar a experimentar estas emociones con diferentes acciones que realiza la pareja.  

Comunicarle al otro la manera en que se satisfacen estas necesidades en nosotros es esencial para llegar a acuerdos que nos permitan sentirnos satisfechos y comprendidos en la relación. De este modo vamos renunciando a la famosa frase: “Se supone que tu sepas…” y a la expectativa de que el otro lea nuestra mente.       

Sus valores

¡Lo que valoro!               

Cada persona aprende a valorar ciertos aspectos de la vida de forma individual. Algunos le dan mucho valor al trabajo, al ser responsable, honesto, a la diversión, a la naturaleza, la puntualidad y/o la fidelidad entre otros. Conocer lo que mi pareja valora nos permite aprender a valorar eso que es importante para la pareja, y sobre todo a entender sus acciones. Tal aprendizaje llega a significar para el otro un acto de amor.  

La realidad de sus vidas

               Considerar la realidad de vida de cada cual es esencial para poder mostrarnos comprensivos ante el otro. Entender y tomar en consideración sus compromisos familiares, económicos, de salud, de estudio, entre otros permite crear un ambiente de respeto en la relación.

Relación en proceso de construcción

Una relación en proceso de construcción es aquella que toma en consideración al momento de la elaboración tanto la personalidad y las necesidades emocionales como los valores y la realidad de vida de cada persona. Es aquí en donde con todos estos materiales sobre la mesa, se inicia la elaboración de una relación hecha específicamente para ambos, a nuestra medida y para nada genérica. La comunicación y negociación son los instrumentos que junto con los materiales crean la obra maestra, una relación única.  Los diseñadores somos nosotros. El tiempo de la confección puede durar meses o años. Lo importante es que una vez este solidificada la relación, se de mantenimiento de modo que pueda durar toda la vida.  

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